Tuve el primer paseo extra-escolar con mis alumnos, una "salida educativa" para mostrarles algunos laboratorios de las facultades de Ciencias Exactas y de Agronomía y Zootecnia de la UNT.
Mil detalles a tener en cuenta! El seguro, el transporte, la evaluación, la vianda, las autorizaciones, esto, lo otro... Pero no me puedo quejar porque (y contra mi naturaleza) cedí el espacio de obsesiva a Covalente, mi compañero docente y amigo, que es ultra-preciso y criterioso con todo lo que sean tareas de responsabilidad y no dejó un sólo asunto librado al azar.
Pese a que no cumplimos un solo horario del cronograma, logramos concretar la actividad, pasarla bien y devolver a los niños sanos y salvos a sus casas. Di una lucha político-gastronómica para incluir manzanas en el menú y triunfé (disputándole a la línea pro-alfajores) y aunque tuvieron éxito luego de los inmensos sánguches de jamón, queso y tomate, terminaron sobrando varios kilos que fueron a parar a la receta que hoy se escribe en este bloc.
Para qué mentir... usé mil bols, tazas, cucharas, espátulas, tablitas y platos. Ensucié todo lo que es posible ensuciar en mi cocina, incluyéndome. Y cuando terminé de armar la tarta y la metí todo al horno -tan tan cansada- quise tirarme a dormir una siesta... pero no lo hice: me resistí estoicamente para no repetir torpezas. Siempre me pongo a hacer otra cosa (siesta, libros, mails, limpieza, etc.) y dejo las cosas en el horno hasta que se me queman.
Por ejemplo, ayer, me distraje leyendo mensajes del Rufián y quemé parcialmente la Granola que estoy preparando para la llegada de Sullivan, pájara. y Boris. La vez anterior quemé brutal e irreparablemente otra tarta de manzana durante la visita de mi amigo Gustavo. Le eché la culpa a él, porque quería irse a fumar un pucho a la terraza... aunque fui yo la que la dejó en el horno.
Por ejemplo, ayer, me distraje leyendo mensajes del Rufián y quemé parcialmente la Granola que estoy preparando para la llegada de Sullivan, pájara. y Boris. La vez anterior quemé brutal e irreparablemente otra tarta de manzana durante la visita de mi amigo Gustavo. Le eché la culpa a él, porque quería irse a fumar un pucho a la terraza... aunque fui yo la que la dejó en el horno.
Volvamos a la receta que nos convoca. La tarta tiene cuatro capas: la masa, la crema, las manzanas y una cubierta tipo crumble (en inglés significa "migaja" y queda como un granulado que se esparce sobre la tarta).
Manuscrito de una de las cuatro recetas no usadas en esta receta |
Pese a mis años en el laboratorio, nunca me acuerdo de leer una receta hasta el final (para ver si tengo todo...) así que si sufren de la misma distracción que yo, les adelanto que lleva estos ingredientes: avena, harina, azúcar, almendras, leche, manteca, polvo de hornear, maicena, huevos, queso Filadelfia (u otro), esencia de vainilla y sal.
Más datos para prevenirlxs: Intenté buscar alguna receta piola en los blogs de cocina que sigo y no me convenció ninguna. Tampoco quería repetir recetas que siempre hago y quería usar un poco de avena que tenía en casa. Pensé que podría hacer una que llevaba Queso Filadelfia y compré uno por-primera-vez-en-mi-vida... (pájara y sullivan se niegan a creerme, pero es cierto). Lo había probado antes pero nunca comprado para mi casa y lamento faltar a los fanáticos diciendo que en esta receta, el Filadelfia no se luce (se puede cambiar tranquilamente por queso crema... o ricotta!). Bueno, quizás el error es que compré el light y no el tradicional... es que me ganó cobardía de cortalaconestascosasquetenéselcolesterolalto...
La cuestión es que lo mío fue una improvisación suicida, un atrevimiento sin precaución: no respeté las proporciones de ninguna receta y mezclé como cuatro recetas distintas, (pero al menos llevé un registro de lo que iba mezclando), estuve cerca de 3 horas en la cocina y me parece que quedó más para postre que para merienda.
En fin, quedó todo muy rico, eso sí, y además disfruté mucho el rato... por suerte, la receta casi no tiene tiempos de espera y no me aburrí nada, je. Ahora sí, vamos con la receta:
Tarta inventada de manzanas, avena y canela
El resultado,como podrán ver, fue una barbaridad, una exageración. ¡Hice dos tartas y cuatro tarteletitas! Un poco se destinó a agasajar a mis amigos Covalente, Vicky y Mariu, el resto se fue al frezzer esperando el cumpleaños de mi amiga Simona (dato: queda perfecta post-frizado). Ya sé, fue un montón! Es que tenía muchas manzanas! Si ustedes si quieren repetir a aventura, reduzcan las proporciones proporcionadamente!
Para la masa, las preparación de manzanas y la cubierta, usé 300g de avena que doré con 25g de manteca, que luego dividí en tres partes.
La masa
425g de Harina
150 g de Azúcar
2 huevos
1 taza de almendras picadas finito finito.
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de polvo de hornear
Leche (ir agregando hasta humedecer la mezcla)
Mucha Canela
Relleno cremoso
Un pote chico de Queso Filadelfia
Una cucharadita de Esencia de Vainilla
100 g de Azúcar
1 Huevo
25g de manteca
100g de la mezcla de avena y manteca
1 cucharada de maicena
3 Kg de manzanas peladas y trozadas (ya sé, ya sé, es un montón)
Jengibre a gusto (yo fui audaz al pensarlo, cobarde al ponerle)
100g de la mezcla de avena y manteca
1 cucharada de Maicena
Mucha Canela
Crumble
50 g de Manteca (muy muy fría)
150 g Azúcar
150 g Avena
150 g Harina
100g de la mezcla de avena y manteca
Mucha Canela
El resto es ir de a pasitos: Preparando la masa, reservándola. Preparando los rellenos, reservándolos. Preparando la cubierta, reservándola. Y luego estirar la masa, hacer una capa de crema, hacer una capa de manzanas, cubrir con el crumble y meter al horno 30 minutos. Y a no ser ansiosos como yo, mejor esperar que enfríe (de hecho, quedaría perfecta con un poco de helado de crema americana...)
Este bloc debería llamarse la Papelera de las Manzanas, porque no dejamos de repetir recetas con esa fruta (y con canela, claro). Leyeron las otras? acá y acá?
Fin!