funcional.
2. adj. Se dice de todo aquello en cuyo diseño u organización se ha atendido, sobre todo, a la facilidad, utilidad y comodidad de su empleo.
Continuando con la entrada de pájara sobre su Gmail, me decido a escribir sobre las cosas que a mi me han superarchiconvencido de usar este correo electrónico y otros tantos productos Google. Dispuesta a una lluvia de críticas... acá voy:


Ese es sólo un ejemplo de las bondades de gmail: los famosos shortcuts o "accesos directos", un ejemplo de los Laboratories o Labs donde se ponen a prueba cosas que luego pueden o no quedar definitivamente en el gmail. Con solo apretar una tecla voy de la bandeja de entrada a la de borradores, de esa pantalla a la de bandeja de enviados y con una simple tecla puedo abrir mails, pasar al siguiente, borrarlos, marcarlos como importantes o archivarlos.. sin usar el mouse.
Todos mis post tienen algo de intentar persuadir con lo que a mi me gusta... y este no se queda atrás. En mi caso, fui migrando a Gmail lenta pero de forma decidida y mis otros correos electrónicos fueron quedando en desuso. Sigo recibiendo algunos correos ahí, pero los derivo directamente a Gmail, que los guarda en una carpetita con el nombre correspondiente ("Hotmail", "Yahoo"), y me ahorro de entrar a varios mails y recordar varias contraseñas...

Ahora, supongamos que uno suele estar dadovuelta de trabajo y otras tareas y se le ocurre mandar mails a altísimas horas de la noche. Hay un Lab que identifica las horas a las que uno suele enviar correos electrónicos y si está fuera de esa franja horaria, antes de enviar el mail te pide que resuelvas una cuenta aritmética sencilla. Lo tuve activado un tiempo, luego me di cuenta que no podía resolver esas cuentas matemáticas -porque evidentemente estaba muy cansada y soy floja hasta para recordar simples tablas de multiplicar- y en lugar de optar por dejar de enviar mails a horas ridículas, le di de baja.
Paso unos datos más, de ciertos Labs que parecen haber sido incorporados definitivamente al gmail y que uso mucho.
Al primero lo llamaron "No olvides a Bob" y funciona así: supongamos que suelo enviar correos a tres personas: Bárbara, Pablo y Majo. Pero un día, decido escribir un mail solo a Barbi y Majo.... ahí me aparece un cartelito diciendo "Considera incluir a Pablo". Si hago click en el cartel rojo, agrega su dirección.
Al primero lo llamaron "No olvides a Bob" y funciona así: supongamos que suelo enviar correos a tres personas: Bárbara, Pablo y Majo. Pero un día, decido escribir un mail solo a Barbi y Majo.... ahí me aparece un cartelito diciendo "Considera incluir a Pablo". Si hago click en el cartel rojo, agrega su dirección.
El segundo es similar, pero para mí, mucho más relevante y lo llamaron "¿Te has equivocado de Bob?". Supongamos que suelo escribir por asuntos de trabajo a dos personas: Graciela A y Roberta B. Si, pongo junto a Roberta B. a otra persona con nombre similar, supongamos Graciela C, me pregunta: ¿Quisiste decir Graciela A.? Me ha salvado varias veces de mandarle cualquier cosa a cualquier persona....
Como podrán ver, Gmail (y todo Google) analiza mis hábitos de correo electrónico y construye unas herramientas para hacer más rápida y efectiva estas tareas. Es recontrapolicíaco el asunto, ya sé, y casi sin duda podemos asegurar que venden nuestros datos al mejor postor... Ay! pero, estas cosas no dejan de resultarme muy útiles, pese a lo que digan tantos tantos amigos anti-monopolio que insisten en resistirse.

Ojo, che! No todo me parece perfecto:
1. Google debería pagarme por hacerle tanta propaganda, y no lo hace.
2. Le di una ojeada al Google Plus y no le cacé la onda...
3. No me gustan estas zapatillas.
En fin, ahora que desnudé en este bloc casi todos mis hábitos internéticos, me siento algo vulnerable... pero pensándolo bien, ya estoy frita, Google sabe todo de mi...
mitocondria.