25 mar 2012

Malvinas Laberíntica



laberíntico, ca.

(Del lat. labyrinthĭcus).

1. adj. Perteneciente o relativo al laberinto.

2. adj. Enmarañado, confuso, semejante a un laberinto.



Mi viejo sentado en su escritorio nos preguntó -a mi y a pájara.- qué pensábamos de Malvinas. Debíamos tener 14 años y corrían nuestros primeros años de militancia en la escuela secundaria. Respondimos sin dudar: la tierra es de quien la trabaja, queriendo decir ciertamente que estábamos por la Autodeterminación de los Pueblos.  Nuestra frase -más apropiada para una reforma agraria que para la situación de las islas- dejaba entrever parte del  desprecio que sentíamos ante una guerra que había sido impulsada por genocidas. Pero también, ahora que miro hacia atrás, expresaba un profundo desconocimiento de la realidad histórica y política en torno a Malvinas, además de un sentimiento anti-imperialista poco desarrollado aún en nuestra adolescencia.
Los años fueron pasando... y las exigencias de lo cotidiano me llevaron lejos de la reflexión sobre Malvinas, pero ahora se cumplen 30 años y como a casi todos a los que nos apasiona la política, el tema no pasa inadvertido. Así lo demuestra la hoja que pájara. le dedica aquí en nuestro bloc y que impulsó el sentarme a pensar mejor mi opinión al respecto .

Antes que nada, debo admitir que tardé un tiempo en descubrir el origen de cierto malestar que me generaba discutir el asunto: pese a comprender que es tomado como "causa nacional" , no me cierra la Malvinas patriota.... más precisamente, el patriotismo no me gusta nada de nada. Y ahí reside mi contradicción número uno. Me cuesta reivindicar Malvinas justamente porque -a mi entender- exalta la idea de Patria, que encuentro opresora y reaccionaria. Sobre el surgimiento del nacionalismo y su utilización, se puede encontrar mucho escrito y para los más amplios gustos... justo ahora, a raíz de esto y por recomendación, me puse a leer Comunidades Imaginadas de Benedict Anderson, para ver si me afilo un poco más en el asunto. Igual, como no nos meteremos en eso hoy, voy a esbozar una explicación muy breve y básica: rechazo el concepto de Patria porque se propone unir clases que tienen intereses antagónicos, y como marxista, me definocomo luchopara ser cada día más internacionalista*.

Pese a esto, las dudas saltaban por doquier: ¿Cómo reivindicar nuestra soberanía sobre Las Islas sin reivindicar La Patria? ¿Qué pienso sobre la soberanía argentina sobre estas? ¿Qué programa debía levantar la izquierda en el `82? ¿ Y qué programa ahora, que el kirchnerismo malviniza la agenda diplomediática?
Así que justo ahora y raíz de esto... me senté a leer montones de cosas más, algunos libros, opiniones de intelectuales y referentes políticos de nuestro país, blogs y esas cositas... y debatí oportunamente con algunos compañeros que aportaron otras miradas.
Dentro de esas opiniones de intelectuales locales encontré la de Martín Caparrós acá, que bien cuestiona al Kirchnerismo y hasta en algún punto hace mella en mi cuando toma los aspectos de las prioridades nacionales, de las deudas políticas de la casta política mientras que habla justamente en contra del patriotismo. Pero, pese a esto, es como si le escapase casi por completo a la discusión arrojando de forma indirecta y desestimando la pelea con el imperialismo, además de ningunearla poniendo en duda la "popularidad" que realmente tiene el tema entre los argentinos... (como si sólo lo popular nos diese derechos para luchar por ciertas causas). Todo esto redunda en un tejido donde se esboza que no tiene mucho sentido seguir adelante con el debate.

A su vez y en el medio de mis tribulaciones, un grupo de intelectuales, entre los que se encuentra Beatriz Sarlo, intentó plantear un "quiebre" en el discurso proponiendo en este documento que los kelpers (habitantes de las islas Malvinas) deben ser reconocidos como "sujeto de derecho" y no se les debe intentar imponer una soberanía que no reconocen. El documento me pareció más una declaración para embarrar la cancha que para elevar el nivel y su postura me parece intencionalmente acotada... pero me ayudó a re-meditar específicamente el tema de la soberanía de las islas. Porque a veces nos pasa que en medio de la confusión, una idea/acción ajena nos ayuda a reordenar el pensamiento...
Veamos... sobre esos intelectuales, pienso que hay una trampa ideológica de igualar la posición argentina con la británica -negando que la disputa por Malvinas se trata de un enfrentamiento con el imperialismo- y desviando la atención instando a deponer esa lucha ante los supuestos deseos de los habitantes de las Malvinas. Y los autores -lo quieran o no- se terminan ubicando en una posición pro-imperialista (y esto lo digo negándome a caer en los lugares comunes donde se los acusa de cipayos y piratas)... También opino que a esta altura nadie puede negar que los isleños son británicos, la economía de la isla depende de Inglaterra y que las islas fueron ocupadas con el claro objetivo de sentar bases militares en un lugar que sigue siendo estratégico para Inglaterra (más allá de los recursos que hoy puedan explotarse ahí)... Así es que, como estoy a favor las causas de las naciones más débiles y oprimidas, estoy por recuperar las Malvinas en el marco del combate histórico e internacional contra el imperialismo, y a favor de todo lo que socave el poder de Inglaterra y cualquier otra nación opresora. Por lo tanto, ya he elegido mi bando.


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Y si quieren más, para contrastar con esos intelectuales, tenemos los nuestros, aquellos que están con las causas obreras y populares y que pertenecen al grupo de Docentes, Intelectuales y Artistas en Apoyo al Frente de Izquierda, como Eduardo Grüner, que les responde muy bien en esta entrevista, aclarando que  "Desde siempre, el derecho de autodeterminación es para las naciones, pueblos o grupos ocupados, no para los ocupantes"
Por otro lado y en respuesta a algunas de todas esas preguntas que me hago, tengo acuerdo con lo que plantea mi compañera Ruth Werner en esta nota de La Verdad Obrera, el semanario del Partido de los Trabajadores Socialistas, donde saco por síntesis junto a lo charlado con otros compañeros que el programa de la izquierda trotskista para Malvinas no es otro que el programa que tenemos para luchar contra el imperialismo y el capitalismo. Al igual que la nota citada, Atilio Borón acá, también deja en evidencia que la disputa con Inglaterra puede ser otra cosa (y pudo haber sido otra cosa en el '82), desnudando que el kirchnerismo está lejos de iniciar una negociación seria respecto a la soberanía de las islas... como una expresión más de su inocultable doble discurso (DDHH sin Julio López y sin Mariano Ferreyra, Norepresiónalaprotestasocial con represiones Kraft, Casino, Indoamericano, Formosa, Santa Cruz y Espionaje de Proyecto X... sólo por mencionar algunos ejemplos...) y de la continuidad de los 90' (donde, luego de más de 8 años en el poder, cristaliza el modelo en forma de megaminería y recursos petroleros en manos de empresas inglesas)

Es probable que no se desprendan grandes revelaciones en esto que escribo, y aún miro recelosa los lugares comunes en torno al asunto. Igual, es positivo para mi dejar una puerta abierta para pensar Malvinas, para seguir profundizando sobre el nacionalismo y especialmente para sacar lecciones de un proceso histórico que no tuvo a la izquierda -por diferentes razones- como actor de influencia.



Escher



Como conclusión de este primer viaje de reencuentro con Malvinas puedo decir que, en los aspectos que rodean esta polémica (aunque me cueste!), existe una relación dialéctica entre los conceptos (y los sentimientos) que la envuelven, entre el patriotismo y el antimperialismo comprendidos dentro. No puedo pensar uno sin contemplar el otro, resultan inseparables cuando hablamos de Malvinas... resulta, como toda la historia, como toda la política: laberíntica.












* Que vaga! estoy abusando de Wikipedia, mis disculpas. Tomar con pinzas pues.

mitocondria.