salada.
“Hacerme Feriante”
Argentina, 2010 Dirección y guión: Julián D’Angiolillo.
Como dijo Horacio Bernades en el Página/12 hace ya tiempo, Hacerme Feriante es un “ejemplo extremo del documental de observación”. Le hace justicia en 6 palabras a un film con muchos aciertos y demasiados silencios.
Lo bueno: el recorrido con fragmentos de Sucesos Argentinos por la vieja Salada, (esa de los años ’50 que descubrí con la película) digna representante del boom del turismo social del peronismo. La frondosa y desordenada (como la feria misma) sucesión de imágenes que muestran por parcelas, a una velocidad alucinante, la enorme dinámica de una feria que se dice tiene 10 millones de dólares de facturación semanal.
Lo malo: (Si es que se puede decir que es malo en un documental “la falta” de lo que uno/a quisiera ver en él) la ausencia de una línea argumental que vincule todas esas imágenes, todas esas relaciones que aparecen sugeridas/mostradas a medias –pero no explicadas- entre el Estado (centralmente el Municipio de Lomas de Zamora), las marcas de ropa, los comerciantes del interior del país, la policía, los punteros, los talleristas y los cientos y cientos de trabajadores/as vinculadas directa e indirectamente a La Salada.
Nos queda a las y los espectadores, en éste caso, guiar los hechos desde esa “desnudez” hacia una reflexión sobre el fenómeno. No es una oportunidad para desperdiciar.
