15 sept 2012

La nata de los miserables [PPT]

nata.


1. f. Sustancia espesa, untuosa, blanca o un tanto amarillenta, que forma una capa sobre la leche que se deja en reposo.

2. f. Sustancia espesa de algunos licores, que sobrenada en ellos.

3. f. Cosa principal y más estimada en cualquier línea.






Me dijeron que viera el último programa de Periodismo Para Todos. El jueves por la noche en medio de las noticias sobre la movilización, lo miré.  Reingresé así al universo de representaciones de un amplio sector que se eriza con la consigna "ni Cuba ni Venezuela" y del que Lanata es una suerte de vocero*.

El domingo pasado

El informe sobre el voto a los 16 años que hizo Lanata el domingo pasado es de una transparencia tan abrumadora que me obliga a pensar que no hay tal cosa como una mentada operación de prensa (más allá de lo obvio, claro) sino que predomina es el más puro clasismo, un clasismo que es consistentemente inconsciente. Miremos lo que se ve.

Lanata empieza diciendo que el Estado “quiere a los pibes para que voten” y advierte bajo sus anteojos de intelectual progresista, que no todos los pibes de 16 años son como los que nosotros conocemos.  Es ese nosotros el que define la línea de base para todo el relato.
Las entrevistas fueron a un grupo de chic@s de distintos "barrios" sobre distintas "cosas". Doble consideración: la pertenencia a un barrio es una mascarada para señalar al interior de ese nosotros la clase social de los pibes y las cosas preguntadas son distintas con el mismo exacto sentido.  
Las preguntas son de una inconfesable miserabilidad, expresión de los prejuicios, juicios y estereotipos que tiene bien  construidos y que trabaja en solidificar día tras día.

Evelyn [de Laferrere] le pregunta si en su San Juan natal tenía su cuarto y por qué vino (resonando en los tormentos que trajo siempre a las clases urbanas argentinas la inmigración interna que llenó y llena de cabecitas Buenos Aires).
Sigue Florencia [de Lomas del Mirador] parte de una clase media sin privilegios que se siente al margen y que no expresa tensiones sustanciales. Lanata opta por un diálogo sobre el patín y sobre la escuela.
Después llega la entrevista con Rodrigo [de Moreno] un pibe humilde claramente  excluido que parece estar peleando un lugar centímetros acá de la miseria. La primera palabra que le dice Lanata es guachito. No habla de patín y la entrevista se convierte en una exposición: ¿estas yendo al colegio?  pregunta y ¿ sabes multiplicar? lo provoca. Está tatuado y eso también hay que exponerlo porque el tatuaje no es bueno, es "casero", es de pobre. Es de pibe chorro. Rodrigo le cuenta que se tatuó el nombre de una piba que quería y a la que no vio más "porque se la llevaron a un hogar". Silencio. Sigue la ronda: ¿Laburás de algo? Rodrigo dice sí, es cartonero. No paremos ahí, habrá pensado Lanata, llevemos esta feria hasta el final: ¿estuviste en cana? le dice, y repregunta ¿en Comisaría, en cana? Rodrigo es transparente, le cuenta todo sin defenderse, nadie le avisó para cocinar a quién se prendía el caldero. Lanata no puede haber llegado ahí si no es para llevarse su presa como trofeo ¿Que opinas de votar? le pregunta Jorge y ¿a quién votarías?. La mitad de la operación está cerrada. Es obvio, Rodrigo votaría a Cristina. ¿Será por pobre? ¿por cabecita -o como se dice  hoy por negro? ¿por peronista? ¿por pibe? ¿por cartonero?**. Para Lanata es claramente por una cosa: porque es un Otro.



La contraparte de esos pibes, de los de barrio, son Guido y Joaquín que viven en Palermo [un territorio que marca la clase]. Son "del Buenos Aires", un código que refuerza el nosotros de Lanata. Hablan de hegemonía, de derechos, de ciudadanía. Hasta que Lanata desata lo que resta del ovillo y pregunta ¿a vos te robaron? ¿muchas veces? ¿ tenés miedo? ¿a tus amigos, a tus compañeros, también les robaron?. La operación está cerrada (nosotros y los otros) y funciona como la locomotora del siglo: su violencia metálica no deja resquicio para el cuestionamiento. No importa a quién votan. Importa quienes son. No se le ocurrió preguntarle a Evelyn, que vive entre el barro en una casa sin servicios públicos, si le robaron ni qué. Cuanto más simple, mejor: unos roban, unos son robados. Unos saben y unos no pueden siquiera multiplicar. Unos tienen y otros son ellos mismos, despojo.

Todos los domingos


Dicen que la clase social es como el tango, tarde o temprano te llega. Por eso Lanata no fuma y se sienta como señor apoyando la espalda en el respaldo de las sillas de Palermo. En las otras casas, en las que él es más, asume otra pose. Fuma sin restricción. Es que a medio metro no está el joven  instruido del Buenos Aires sino los pibes pobres del conurbano. Él lo hace porque está más domesticado de lo que puede reconocer: porque su gramática, su ideología, sus intereses son "la otra escena" incluso más allá de su conciencia.

Creo que lo mismo pasa con la movilización de derecha que vimos el jueves. Es mucho más que lo que dice, que lo que muestran sus cánticos, que lo que puede globalmente expresar sobre sí misma. Lanata y l@s movilizados están "conscientemente" contra el gobierno, pero lo están mucho más contra aquellos que creen el gobierno defiende y representa.
Es, otra vez, contra los Rodrigo. Como el programa de mañana, como la tapa del diario. Un fresco de  antigüedad. Un mensaje desde la prehistoria.


Para quienes no lo vieron:



* Ya se hablo bastante sobre el precio de Lanata, quizás porque se sabe todo sobre su valor.  
** Si esta pregunta es relevante en general, lo es muy especialmente para quienes no somos, por diversas razones,  partidarios del gobierno. Para la izquierda argentina que debemos construir y que tiene que pensar/se a través también de esta tensión, especialmente.